El título surge a partir del escrito lacaniano «Subversión del sujeto», cuyo desarrollo descansa lógicamente en la preciosa frase de su final: «La castración quiere decir que el goce primero debe ser rechazado para luego ser realcanzado en la
El título surge a partir del escrito lacaniano «Subversión del sujeto», cuyo desarrollo descansa lógicamente en la preciosa frase de su final: «La castración quiere decir que el goce primero debe ser rechazado para luego ser realcanzado en la escala invertida de la ley del deseo». Así, «Lo que la castración quiere decir» funcionó como causa para que cada autor diga de este concepto; a sabiendas de que, sólo en la articulación singular que cada quien pueda producir, éste puede llegar a bordearse.