Las trabajadoras sociales del momento presente nos movemos entre la gestión administrada de prestaciones y la digitalización de nuestra actuación situándonos, cada vez más, lejos de la dimensión relacional inherente a nuestro oficio. El ser humano es un ser constitutivamente incompleto, carente, interdependiente. Necesitados como estamos de los otros y de las otras para existir, para llegar a ser plenamente lo que somos, lo que estamos llamados a SER. Sin los otros no soy,
Las trabajadoras sociales del momento presente nos movemos entre la gestión administrada de prestaciones y la digitalización de nuestra actuación situándonos, cada vez más, lejos de la dimensión relacional inherente a nuestro oficio. El ser humano es un ser constitutivamente incompleto, carente, interdependiente. Necesitados como estamos de los otros y de las otras para existir, para llegar a ser plenamente lo que somos, lo que estamos llamados a SER. Sin los otros no soy, sin los otros que me dan existencia y con los que constituyo mi biografía a través del entramado existencial que las relaciones humanas proporcionan ¿qué sería yo? Nuestra verdadera estructura humana es ser-con-los[1]demás. Las tempestades del alma encuentran sosiego, en numerosas ocasiones, en embarcaderos ajenos. Por eso, en las 27 cartas que conforman este ensayo, encontrareis diferentes argumentos que nos ayudarán a situar lo relacional en el centro de nuestras intervenciones porque…, el trabajo social del siglo XXI será relacional o no será.